Este martes la Colectiva Zarzamora publicó antecedentes de la tortura física y psicológica que sufrió joven lesbiana de Coronel a manos de efectivos policiales. Monserrat P, víctima de la agresión, se encontraba registrando una detención arbitraria junto a su pareja el pasado 11 de marzo.
El miércoles 11 de marzo, secundarios y habitantes de la comuna de Coronel decidieron sumarse a las diversas manifestaciones que se registraron en el país. En ese contexto, Monserrat junto a su pareja Priscila se acercaron a un grupo de manifestantes y esta última decidió grabar la protesta como hacía habitualmente. Acción que habría provocado la molestia de un efectivo de fuerzas especiales quien comenzó a seguirlas y hostigarlas.
De repente de la nada se comienzan a llevar detenido a un loco. Les dije por qué se lo están llevando y una paca me contesta insultándome al igual que otro paco. Entonces me acerco para grabar a la paca que me insultó y viene otra que me pega una patada en la vagina.
Priscila P.
Ante esta situación, Monserrat intentó liberar a su pareja pero fue reprimida por FFEE con gas pimienta que le provocó una crisis asmática. Luego de ello, inició la seguidilla de vejaciones y torturas.
Veo que están pegándole a Priscila, yo me metí a sacarla y le dije a una paca: ¡oye hermana ¡si somos mujeres! Ella no respondió nada. De repente no me di cuenta cómo, pero tenía a todo el choclón de pacos pegándome en la cabeza, en el cuerpo y me tenían contra el carro blindado que tienen.
Monserrat P.
La joven es ingresada en el carro policial donde los golpes continúan. Incluso, indica, habría sido asfixiada en el piso del vehículo y perdió el conocimiento luego de ser estrellada en contra del mismo. Una vez recuperada, intentó explicar a sus captores que necesitaba asistencia medica ya que le faltaba la respiración. Solo recibió de vuelta insultos lesbofóbicos y amenazas de “ser tirada al río”.
“Te vamos a sacar la conchetumare adentro”
Pero la tortura e irregularidades cometidas por la institución no se detuvieron ahí. Una vez en el centro asistencial, la joven recibió una serie de amenazas para que no comunicara la violencia a la que había sido expuesta.
El médico me preguntó si tenía lesiones y yo dije que no sabía, porque estaba con ella (carabinera) al lado. El médico puso sin lesiones, frente a mí con la nariz sangrante y mi rostro hinchado de golpes. Tampoco quiso inhalarme.
Monserrat P.
Es en la comisaria donde la joven debe soportar los últimos vejámenes. Carabineras exigen que se desnude, la obligan a sacudir sus pechos y le exigen hacer sentadillas.
Yo andaba con boxer y me quedó mirando con cara de se que no es un calzón, y me dijo: ¡ya hazme 3 sentadillas! Pórtate bien y no hagai tierra porque sino esta se te va a devolver peor.
Monserrat P.
Finalmente, Monserrat nunca recibió su constatación de lesiones y fue obligada a firmar dos documentos en donde se expone su dirección y las de sus familiares. El INDH del Biobío informó estar apoyando sicológica y legalmente a las dos jóvenes, e interpuso una querella en contra de efectivos y efectivas que resulten responsables.
Desde la Agrupación Lésbica Rompiendo el Silencio manifestaron estar haciendo seguimiento al caso junto a coordinaciones feministas regionales, con el objetivo de visibilizar la denuncia y buscar justicia.
