Nota publicada originalmente en WashingtonBlade.com, el 21 de matzo por Esteban Guzmán.
El movimiento LGBTQ está preocupado y alerta en Chile.
El sábado se confirmó la primera muerte a causa del coronavirus en Chile. Se trata de una mujer de 83 años de edad. El deceso fue notificado por Jaime Mañalich, ministro de Salud de ese país latinoamericano a través de su cuenta de Twitter.
Chile tiene hasta ahora un total 537 casos confirmados, distribuidos en distintas partes del territorio nacional. La curva de contagios no ha parado de subir desde que se reportó el primer caso, el pasado 3 de marzo.
“Estamos incentivando a quedarse en casa”, dijo al Washington Blade, Érika Montecinos, coordinadora general de Agrupación Rompiendo el Silencio.
“Hemos escuchado solamente improvisaciones, hemos escuchado una soberbia tremenda del ministro de Salud, Jaime Mañalich, desinformando a la población y tratando de bajarle el perfil a la situación. Diciendo que no se puede paralizar el país por la económica, en el fondo van tomando las medidas a gotera mientras vemos subir la cantidad de casos”, explicó Montecinos al Blade.
“Este es un gobierno de empresarios, donde su lógica es empresarial y de mercado”, subrayó.
El Presidente, Sebastián Piñera, aún no ha ordenado cuarentena nacional, pese a que gran parte de la sociedad chilena, ciéntificos, partidos políticos y la propia Organización Mundial de Salud (OMS) lo han solicitado.
Las acciones de La Moneda han sido otras. Piñera decretó la semana pasada Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe, sacando nuevamente a los militares a las calles, sin ordenar el alislamiento social.
La llegada de la pandemia golpea a una sociedad chilena y a una clase política convulsionada desde el estallido social iniciado el año pasado. Las protestas nacionales se mantenían en todo Chile hasta que aterrizó el coronavirus.
“Esta la preocupación que ante un eventual desborde de nuestro sistema de salud, se puedan interrumpir los tratamientos para las personas que viven con VIH+ y también el de las personas trans” comentó Alessia Injoque, presidenta ejecutiva de Fundación Iguales, una organización aliada de Human Rights Campaign en ese país.
Injoque sinceró al Blade en una llamada telefónica que “me da la impresión que se ha actuado tarde”, en relación a las medidas del ejecutivo para enfrentar la pandemia.
Mientras que Montecinos agregó que “lo primero que una piensa es que hay algunas áreas del sistema de salud donde las personas LGBTQ+, sobre todo las mujeres lesbianas, trans y bisexuales, están expuestas a mayores vulneraciones y a violaciones a sus derechos”.
Erika Montecinos, Coordinadora Agrupación Rompiendo El Silencio.
“Según un estudio de nuestra agrupación, un 70 por ciento de ellas afirma haberse sentido discriminada en los centros de salud pública. Hemos ido monitoreando que no haya mayor discriminación en el sentido de que no las quieran atender en razón de su orientación sexual, identidad y/o expresión de género”, sentenció Montecinos al Washington Blade.
Injoque aseguró que “este virus nos esta cambiando mucho la forma de actuar y de pensar”.
“Quisiera pensar que la atención no va a ser distinta para las personas LGBTQ+”, dijo al Blade.
“Siempre tenemos nuestros canales de apoyo en caso de discriminación. Y no tendremos problemas en ayudar desde el lado legal o mediático si es que se presenta alguna denuncia de vulneración. Estamos usando nuestras redes sociales para comunicar constamente cuales son los derechos que tienen las personas al momento de atenderse en el área de la salud y el trato que deben recibir”, advirtió Injoque.
La mayoría de las organizaciones LGBTQ en Chile suspendieron sus actividades y están utilizando sus canales digitales para hacer un llamado de autocuidado a las personas queer de ese país de América Latina.
“Desde casa hacemos todas las coordinaciones. Se cancelaron todos los eventos que teníamos en el camino. Se ha suspendido casi todo en Chile, y cuando eso pasa en medio de estas coyunturas todo el mundo lo entiende y es flexible a respetar esas medidas”, dijo Injoque.
“Estar en las calles pudiendo no estarlo, aumenta el riesgo colectivo y es algo que por supuesto queremos evitar”, aseveró la activista.
“Cuando podamos retomar nuestra vida sigamos avanzando también en derechos, libertades y la dignidad de las personas LGBTQ+. Creo que es un momento de unidad, creo que es un momento que nos lleva a darnos cuenta una vez más de que como sociedad tenemos que buscar un espacio en el que todos podemos coexistir, que todas las personas podamos desarrollarnos”, concluyó Injoque.
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